Espacios

El dormitorio de soltero era el lugar donde dormían los hijos de la familia. Si tenían muchos y no había bastante sitio en la planta baja, se construían unas habitaciones en el piso de arriba, donde dormían siempre los varones, y las hijas se quedaban abajo.

Dentro del dormitorio de matrimonio encontramos algunos elementos característicos, como la cómoda, el secreter para guardar las cosas más valiosas, o el lavabo para el aseo personal, teniendo en cuenta que antes no existía el cuarto de baño concebido como espacio destinado al aseo personal.

El comedor, además de los muebles característicos, como sillas y mesa, tenía dos alacenas donde se guardaba la vajilla de lujo que sólo se hacía servir en las grandes ocasiones. La pileta servía para lavarse las manos antes de sentarse a la mesa. La chimenea, en un principio utilizada para cocinar, servía fundamentalmente para encender el fuego en invierno y mantener caliente la casa.

La cocina es el lugar destinado a guisar. Allí podemos encontrar las diferentes fuentes de energía utilizadas para cocer: el fuego en el suelo, el carbón, el serrín, el petróleo, hasta llegar al gas que todavía se utiliza actualmente. Entre todos los utensilios que componen el ajuar está la mesa para amasar y el cedazo, ya que antes el pan se hacía en las casas y se llevaba a cocer al horno. El pozo servía para abastecer la casa de agua potable en una época en la que en los pueblos de la comarca no se habían construido todavía las redes de distribución pública.

El establo o cuadra es el lugar destinado a los animales que se utilizaban para trabajar en el campo. Entre los elementos característicos podemos encontrar el pesebre donde se depositaba el forraje, el azulejo de San Antonio Abad, patrón de los animales, las estacas para colgar los correajes, y la escalera estrecha que comunicaba con el pajar, situado en la planta superior. En un rincón está el retrete, destinado a las necesidades de las personas.

La almazara es el lugar destinado a la transformación de las olivas que se cosechaban en el campo en aceite. La pasta que quedaba en la base al girar la piedra y aplastar las aceitunas, se prensaba en una prensadora de hierro y así su jugo nos daba como resultado el aceite. La producción se guardaba en el cuarto del aceite en tinajas.

Este espacio era el destinado a guardar el aceite, aunque también es una especie de despensa donde está la carnera para mantener sin moscas los alimentos, y otros utensilios utilizados en el proceso de la alimentación, como calderas, romanas, embudos, máquinas de hacer embutido, etc.

Situado siempre en la parte trasera de la casa, era el lugar en donde se distribuían los animales al establo, las cosechas al piso superior, el carro al porche, etc. En algunos casos al final se situaba el retrete, donde también se tiraba la basura que se generaba en la casa.

Este espacio forma parte de la ampliación inaugurada en el año 2003.

En la planta alta se localiza la andana o cámara, espacio amplio y ventilado que servía para guardar las cosechas y determinadas herramientas de uso poco frecuente, que se exponen clasificadas de acuerdo con las diferentes fases del ciclo agrícola.

El pajar, situado encima del establo, se utilizaba para guardar la paja para el consumo de los animales que están en el establo y aquellas herramientas relacionadas con la siega y trilla del cereal.

Espacio pensado para la reflexión sobre las interacciones con el entorno que han configurado históricamente la personalidad de la comarca, sobre los conocimientos, valores y formas de relación de la sociedad tradicional desde una perspectiva actual con proyección hacia el futuro. Un microespacio espositivo plantea cuestiones de interés actual a partir de los fondos del museo.

La sala está concebida como un espacio multiuso en el que se puede leer, consultar la mediateca, jugar, reunirse y organizar tertulias o talleres. El espacio está disponible en horario de apertura del museo.